La solidaridad internacional con el interés de algunos países importantes sobre el tema del cambio climático es, indudablemente, uno se los aspectos que sustentan la feliz decisión de crear en el Perú un ministerio para el medio ambiente.
Pero el clima es solo uno de los aspectos de la vasta temática del medio ambiente y este es, asimismo, solo uno de los asuntos --hoy más vigente que ayer-- de la variada y abultada agenda internacional.
Lo que sí cabe resaltar es que el medio ambiente --que no tiene fronteras-- es, por su naturaleza misma, un tema de manejo internacional. Y se enmarca, además, dentro de los esquemas de cooperación y solidaridad entre países. Por lo tanto, es tratado por expertos en relaciones internacionales.
Alemania fue uno de los primeros países en crear --con certeza visionaria-- un ministerio del medio ambiente, bajo la influencia de políticos del partido ecologista de Los Verdes. Joschka Fischer, líder de esa agrupación y ministro de Medio Ambiente del Estado de Hessen fue luego ministro de Relaciones Exteriores de la República Federal Alemana.
Hoy no cabe duda de que los países protagonistas conciben el medio ambiente como uno de sus instrumentos de política exterior. Y la aplican, entre otras consideraciones, en función de la evolución de sus tecnologías y comercio exterior.
Por eso, en la próxima cumbre entre países de América Latina y la Unión Europea, que se realizará en Lima, se centrará un debate sobre dos temas: el cambio climático, propuesto por los europeos; y la lucha contra la pobreza, de mayor interés para los latinoamericanos. Una adecuada aproximación para la solución de los dos problemas que aquejan la humanidad será también de interés para las economías del llamado APEC.
Hay quienes afirman que el mayor atentado contra el medio ambiente es la pobreza. Otros dicen que son los más ricos, los que con su consumo exagerado de energía perturban el clima. También están quienes argumentan que son las guerras las mayores contaminantes. Tal vez todos tengan algo de razón.
Lo que resulta indudable es que, tanto para la lucha contra la pobreza así como a favor de la cohesión social como para la mejora del medio ambiente, es indispensable la cooperación internacional. Por ello, sería tal vez conveniente que el nuevo portafolio se denomine "ministerio para el medio ambiente y la cooperación internacional para el desarrollo", y que su manejo involucre en nuestro país a diplomáticos o especialistas en relaciones internacionales.
El Perú debe de convertirse, ahora que se está ligando intensamente con acuerdos de libre comercio a países industrializados, en un aliado del mundo que lucha contra los efectos del cambio climático, así como un aliado también de aquellos que ponen verdadero interés en la lucha contra la pobreza. Solo así correrá aire fresco en un debate internacional que está demorando décadas y demanda soluciones inmediatas.
Pero el clima es solo uno de los aspectos de la vasta temática del medio ambiente y este es, asimismo, solo uno de los asuntos --hoy más vigente que ayer-- de la variada y abultada agenda internacional.
Lo que sí cabe resaltar es que el medio ambiente --que no tiene fronteras-- es, por su naturaleza misma, un tema de manejo internacional. Y se enmarca, además, dentro de los esquemas de cooperación y solidaridad entre países. Por lo tanto, es tratado por expertos en relaciones internacionales.
Alemania fue uno de los primeros países en crear --con certeza visionaria-- un ministerio del medio ambiente, bajo la influencia de políticos del partido ecologista de Los Verdes. Joschka Fischer, líder de esa agrupación y ministro de Medio Ambiente del Estado de Hessen fue luego ministro de Relaciones Exteriores de la República Federal Alemana.
Hoy no cabe duda de que los países protagonistas conciben el medio ambiente como uno de sus instrumentos de política exterior. Y la aplican, entre otras consideraciones, en función de la evolución de sus tecnologías y comercio exterior.
Por eso, en la próxima cumbre entre países de América Latina y la Unión Europea, que se realizará en Lima, se centrará un debate sobre dos temas: el cambio climático, propuesto por los europeos; y la lucha contra la pobreza, de mayor interés para los latinoamericanos. Una adecuada aproximación para la solución de los dos problemas que aquejan la humanidad será también de interés para las economías del llamado APEC.
Hay quienes afirman que el mayor atentado contra el medio ambiente es la pobreza. Otros dicen que son los más ricos, los que con su consumo exagerado de energía perturban el clima. También están quienes argumentan que son las guerras las mayores contaminantes. Tal vez todos tengan algo de razón.
Lo que resulta indudable es que, tanto para la lucha contra la pobreza así como a favor de la cohesión social como para la mejora del medio ambiente, es indispensable la cooperación internacional. Por ello, sería tal vez conveniente que el nuevo portafolio se denomine "ministerio para el medio ambiente y la cooperación internacional para el desarrollo", y que su manejo involucre en nuestro país a diplomáticos o especialistas en relaciones internacionales.
El Perú debe de convertirse, ahora que se está ligando intensamente con acuerdos de libre comercio a países industrializados, en un aliado del mundo que lucha contra los efectos del cambio climático, así como un aliado también de aquellos que ponen verdadero interés en la lucha contra la pobreza. Solo así correrá aire fresco en un debate internacional que está demorando décadas y demanda soluciones inmediatas.
El Comercio, 01/02/2008
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