El medio ambiente es uno de los grandes temas que concita la atención prioritaria de la humanidad. Si no ponemos especial cuidado en la preservación de los recursos naturales y en el hábitat que nos rodea, en el corto plazo la humanidad puede confrontar serios problemas, incluso de supervivencia. Durante las últimas décadas, el avance de la tecnología y el uso indiscriminado de los recursos naturales han traído como consecuencia grandes cambios climáticos y una relación de conflicto entre el hombre y la naturaleza. La contradicción se ha venido haciendo evidente. A mayor tecnología más depredación de la naturaleza. A mayor desarrollo industrial más agresión al medio ambiente. A mayor confort en el estándar de vida más depredación ecológica. ¿Cómo resolver la paradoja? Justamente poniendo la tecnología y el desarrollo industrial al servicio de la ecología y de la preservación de los recursos naturales. Para ello es necesario se dicten normas que organicen la vida en sociedad y el desarrollo de la humanidad previendo el conflicto hombre naturaleza. Así como se garantice el cumplimiento de las pautas internacionales que al respecto existen. Debemos además crear conciencia del respeto que merece nuestro irremplazable hábitat. Para hacerse cargo de esta importante tarea debe existir un organismo al más alto nivel, con capacidad normativa y ejecutiva, esto es, un Ministerio del Medio Ambiente, tal como lo ha propuesto el presidente Alan García. Esta decisión nos pone a la altura de los países desarrollados y del sentimiento de solidaridad internacional que se va gestando frente a los riesgos que trae el cambio climático en nuestro planeta. El medio ambiente no tiene fronteras, tal como escribe el embajador Ernesto Pinto Bazurco en su Tesis de Maestría sobre Derecho y Medio Ambiente cursada en Alemania, y es por su naturaleza un tema de manejo internacional, que se enmarca dentro de los esquemas de cooperación y solidaridad entre países. Justamente fue en Alemania donde con certeza visionaria se creó uno de los primeros ministerios del Medio Ambiente, bajo la influencia de Joschka Fischer, líder del partido ecologista de Los Verdes, quien luego fue ministro de Relaciones Exteriores de la República Federal Alemana. Este ministerio deberá concebir el manejo del medio ambiente como un instrumento de política exterior, ya que nuestro país es reconocido como uno de los pulmones del mundo por su impresionante Amazonía y una de las grandes reservas de agua por sus glaciales andinos. Precisamente, en la próxima cumbre entre países de América Latina y la Unión Europea que se realizará en Lima, resaltan dos temas, el cambio climático propuesto por los europeos y la lucha contra la pobreza del mayor interés para los latinoamericanos. Además el Ministerio de Medio Ambiente tendrá que desarrollar una estrategia definida y coherente de políticas públicas que contemporicen la explotación de recursos naturales con tecnologías anticontaminantes y el derecho de los pueblos a vivir en su hábitat natural. Promoverá la inversión privada respetando el ecosistema, el cambio progresivo de la matriz energética, la educación medioambiental, entre otros temas, dentro de un marco jurídico moderno según estándares internacionales. En el gobierno del Perú corre aire fresco. Nuestro país está llamado a ser un importante socio de la comunidad internacional que lucha activamente contra los efectos del cambio climático y preserva adecuadamente su medio ambiente en beneficio de las generaciones venideras en una patria solidaria con la humanidad.
Correo., 16/01/2008
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