jueves, 3 de enero de 2008

Luis Rey de Castro: Regocijos para el “quinto ambiente”

¡De pronto se hizo la luz y la luz brilló en el firmamento...! ¿Sería la estrella de Belén? ¿Acaso una recompensa de dioses justicieros por estar juzgando con toda seriedad al amnésico Kenya? ¿O sería tal vez un anticipo de la magia que los Reyes Magos dispersan a los países surrealistas para que se puedan gobernar...? El hecho es que la iluminada mente de nuestro luminoso jefe de Estado captó la luz y dijo: --¡Aquí falta algo! ¡Necesitamos un ministerio del Medio Ambiente...! Hoy asombra lo sencillo que resultaba descubrir el santo remedio, la panacea para casi todos los males que nos agobian. ¿Cómo es que nadie se había dado cuenta, ni siquiera la ministra de Transportes...? La peor calamidad para el medio ambiente urbano son los miles de miles y miles más de autobuses-bamba; triciclos-bamba; taxis-tico; taxis que no tienen taxímetro, ni licencia y eventualmente taxis-asalto; buses viajando dentro de una nube negra propia; camiones regando las calles de jugo de anchoveta, arena de La Molina, cascajo de río, ladrillos chancados y nubes de petróleo que no pasó por la “combustión” y se lanza a la atmósfera, crudito no más... La peor calamidad para el ambiente rural son los mineros irresponsables, las papeleras irresponsables, las curtiembres irresponsables, las fábricas textiles irresponsables y todas las fábricas de harina de pescado --sin excepción-- que el año entero envenenan con sus residuos tóxicos cada río, cada playa, cada curso de agua que tenga la desdicha de pasar cerca. Es tan miserable y deteriorado que tendría que llamarse, no medio, sino “quinto ambiente” La fauna de fabricantes irresponsables no está sola: colaboran los servicios de desagüe de todo el país, que disponen de dos grades botaderos: el Océano Pacífico y los ríos de todas las vertientes, para depositar en ellos gran parte del PIM nacional. (Producto Interno de Mierda). El que no va a los ríos y al mar se destina a las intrigas políticas y a alimentar chanchos en botaderos, irónicamente llamados “rellenos sanitarios”. No sólo mineros e industriales irresponsables contaminan los ríos: media docena de ONG han logrado contaminar a los curas Arana´s, alguno que otro obispo y comuneros analfabetos, tan irresponsables como ellos, que avalan los asaltos, cierran carreteras, invaden campamentos y los incendian, envenenan truchas en los ríos y quieren echar a patadas a las empresas mineras responsables y modernas, las que cuidan el ambiente. ¡Y no nos dimos cuenta, siendo tan fácil...! Se crea el ministerio del Medio Ambiente --MIMA-- y en unas semanas la ministra de Transportes puede reducir su actual “Tolerancia mil” a una de sólo 500, si es que el MIMA captura y encierra unos cientos de buses-camión, unos miles de “taxis-tico-secuestro” y clausura unas docenas de asquerosas factorías de los anti-seres-humanos. ¡Nada más fácil si se tiene un MIMA dispuesto a corregir y subsanar el quinto ambiente que inspira a nuestro jefe de Estado...! (Me reservo para próxima columna el regocijo de las revisiones técnicas y la importación de repuestos-chatarra). ¡Feliz año 2008 (y sucesivos) a todos los lectores de esta columna...!
Correo, 01/01/2008

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